Cronicas de ishna: cadenas

El gato caminaba en silencio, habian salido de la ciudad hacia mas de tres horas. El chico caminaba en silencio con la mirada puesta en el felin. Caminaban por senderos de montaña, La luna brillaba en el cielo dando escasa claridad al luga, ocasionalmente las luces de alguna casa cercana llegaban hasta ellos, pero no se detenian, el chico empezaba a sentir el cansancio en sus piernas pero habia tomado una resolucion y estaba decidido a llevarla a cabo, no tenia nada que perder, al menos que el supiera. Tenia dudas al principio pero despues de lo que vio en su peludo amigo se termino de convencer, pero a pesar de su decision no entendia por que lo habian elegido a el. Nunca habia destacado en nada, ni era precisamente un portador de la justicia ademas de un poco cobarde. Pero queria continuar, por primera vez en su vida se sentia importante de verdad y eso aumentaba su estima, por lo que alzando la cabeza acelero el paso hasta que adelanto al gato en su caminar. Este ni corto ni perezoso lo imito y cuando se dieron cuenta corrian en la noche con la luna iluminando su camino. Finalmente se detuvieron ante un sendero que se abria a su izquierda. Una cadena vieja y oxidada impedia el paso. El felino se sento en el suelo mirando fijamente a su compañero humano, este miro miro la cadena y la cogio entre sus manos, estaba llena de musgo y oxido por lo que sus manos se mancharon. Sin saber como, dio un tiron y los eslabones cedieron doblandose y cayendo al suelo, El chico avanzo en silencio unos pasos seguido por el gato. Una extraña construccion se alzaba ante ellos, pero lo que mas llamo su atencion fue un cuervo negro que se poso en una rama cercana mirandolo directamente.
-Bienvenido, has roto las cadenas de la entrada, casi estas preparado para tu destino, acompañame debes conocer lo que te espera.
El pajaro habia hablado directamente a la mente del chico. Los tres fueron a la casa.