lunes, 26 de marzo de 2007

Cronicas de ishna: Gritos

Anael caminaba en silencio por los pasillos, arrastraba los pies por miedo a que sus pasos alertaran a los residentes. Pero todo estaba tan silencioso que creia escuchar hasta el sonido de los latidos de su corazon como si de una orquesta de misca se tratase, el felino caminaba junto a el trememdamente tenso y sin agitar la cola, estaba en guardia frente a lo que pudiera pasar. Una puerta les franqueba el paso del pasillo en el que estaban. Empujo la puerta suavemente y esta hizo un chirrido tan fuerte que se helaron las venas del cuerpo, permanecio en silencio hasta que el eco dejo de resonar en las paredes. El suelo estaba manchado por doquier de un rojo putrido, la sangre llebaba tanto tiempo reseca que se habia incrustado profundamente en el suelo. La sala era muy amplia a lejos se divisaban mas pasillos, como las otra estaba vacia los muebles y las sillas estaban tirados por el suelo, entraron sigilosamente. De un tremendo golpe la puerta se cerro a sus espaldas. Los dos amigos se quedaron parados por el estruendo, cuando sus corazones dejaron de latir desbocados, un grito llego hasta ellos desde el pasillo que habian recorrido, la sangre se volvio hielo y el aliento quedo retenido en sus pulmones.
-Corre.
La voz del gato le llego nitidamente, pero habia cierto temor en ella y si el tenia miedo....
Se dio la vuelta y corrio en direccion contraria a la puerta, avanzaban por pasillos y dejaban atrás habitaciones vacias, se internaban cada vez mas en la ciudadela, se detuvieron junto a una ventana, el sol comenzaba a ocultarse y sus rayos comenzaban a perder fuerza, la niebla crecia con rapidez envolviendolo todo a su paso. Anael sintio panico y se dejo caer al suelo, la pequeña calabaza cayo al suelo repiqueando, la cogio y la observo en silencio mientras el felino lo comtemplaba.
-No debes de ceder, lo peor aun no ha llegado y desbes ser fuerte, ella necesita de tu fuerza asi que vamos
Anael miro al felino pero este permancio en silencio cuando el grito volvio a resonar en las paredes, pero esta vez no era solo uno, si no que eran muchas las vocas que rugian y gritaban. Los guardianes se habian levantado.
El sol se oculto por completo y la oscuridad creciente empezaba a envolverlos en su frio manto Anael se levanto del suelo y cogiendo fuertemente la pieza que le habia entregado Harald dijo.

-Si he de morir, no sera en silencio.
Y espero a que las voces se acercaran

martes, 6 de marzo de 2007

Cronicas de ishna: tortura

El sonido volvio a escucharse, venia del fondo de la sala, a simple viste parecia una sauna corriente,una extraña luz anarajanda salia de los bordes de la puerta, abrio esta temeroso, en el centro se encontraba una silla de madera con correas para manos cabeza y pies, noto como si lo empujaran dentro, la puerta se cerro a su espalda, el miedo le invadio como una fria capa envolvente, se vio arrastrado por el tiempo. Una joven estaba siendo introducida en donde estaba el, pero pasaron a traves de l como si fuera un fantasma, intento gritar pero nadie le escucho sentaron a la chica a la silla esta se resistia pero los hombres esran mas fuertes que ella, la ataron sin que ella dejara de gritar. Una vez que la cabeza estuvo fijada uno de ellos saco unos extraño aparato era como un casco metalico, de el salia unas pinzas semejantes a los que usan las mujeres para arreflarse las pestañas. Le aferraron estas con las pinzas y las fijaron, la chica era incapaz con ese utensilio de cerrar los ojos por lo que el miedo la hizo gritar mas pero a sus torturadores no parecia importarles llebaban la cara tapada por tela como las usadas en las operaciones, sus ropas que antiguamente habian sido blancas estaban llenas de sangre seca. Finalmente salieron de la sala y cerraron la puerta, la chica permanecio en silencio conetmplado la pared que tenia frente a ella, al no ocurrir nada durante unos egundos bajo la guardia, de repente la pared paso del negro al rojo hasta que los colores empezaron a girar como en un torbellino de luz. El trobellino parecio materializarse mobviendo los cabellos de la joven, Miles de gritos salian de la extraña obertura, hasta algo hizo aparicion eran seres casi humanos pero terriblente deformados de sus bocas salian terribles colmillos amarillentos y de sus bocas chorreaba saliva. La chica asusatada intento soltarse pero la habian atado demasiado bien. Los seres entraron y comenzaron a torturar a la joven. Anael se obligo a cerrar los ojos. Pero los gritos de dolor resonaban en su cabeza como campanas finalmente todo acabo y la puerta se abrio nada mas escucharla abrio los ojos y salio de alli apoyo una mano en la pared y vomito, permanecio en silencio recupendose. Miro a su compañero felino y le pregunto en voz alta.
-¿Que es lo que encierran estas paredes?
El animal lo miro con tristeza.
-La maldad en estado puro.

Cronicas de ishna: El interior del sanatorio

El chico abrio la puerta, esta se abrio en silencio, para su sorpresa. Algo en su cabeza le decia que saliera corriendo sin mirar atrás, deshecho tan funestas ideas y penetro en el pasillo que conducia al interior de la estructura principal. El gato finalmente lo acompaño y caminaba a su lado. El corredor estaba iluminado por una tenue luz. Caminaron en silencio al principio rapido pero despues mas lentamente, el aire era tremendamente opresivo y se respiraba la maldad en estado puro de el ambiente. Tenia la piedra aferrada fuertemente a la mano, sus dedos estaban blancos por la presion que ejercia.
La puerta se cerro detras de ellos con un tremendo golpe. Los residentes sabian que tenian visita pero no tenian prisa por dejarse ver.
Despues de ese pasillo entraron en otro mas oscuro, las salas que aparecian a los lados estaban vacias y silenciosas. Una capa de musgo verde cubria las paredes y el techo por igual el olor que emanaba era nauseabundo. Al principio no le molestaba pero a medida que avanzaban se fue introdcuiendo en su nariz para despues de alojarse en su garganta, con cada respiracion notaba como sus pulmones se negaban a procesar dichas emanaciones tan fetidas.
Continuaron avanzando, unas escaleras salieron a su paso, a su lado un ascensor cerrado, estaba abierto pero ninguna luz salia de su interior, la mugue y la suciedad lo cubrian por completo. Lentamente bajaron las escaleras sin tocar ninguna de sus paredes, cuando llegaron a abajo la sensacion de que habia algo tremendamente oscuro se hizo mallor. Se encontraban en otro pasillo con puertas de baiben a los lados. Encima de cada una de las entradas se encontraba un cartel, esa zona correspondia a los quirofanos y salas de mejora de la conducta, su curiosidad pudo mas que su miedo y abrio una de las puertas de las salas de operaciones. Una mesa de lo que habia podido ser aluminio ocupaba el centro de la sala, varios carritos de utensilios medicos se hallaban junto a ella todos ellos manchados por el oxido y por una extraña subsatancia que vista de cerca resulto ser sangre reseca.
Asustado salio de la sala, un golpe como si algo hubiese caido al suelo se escucho a traves del pasillo, venia de otra de las salas, los dos se encaminaron hacia ella temerosos de lo ue pudieran encontrar. Encima de la puerte el cartel estaba escrito con letras rojas, sala de vuelta. Entraron en silencio empujando la puerta, parecia una camara de tortura inspirada en la inquisicion, en una de las paredes habia una silla con una extraña caja encima del respaldo puesta alli para poder ponerla en la cabeza, habia orificos a los lados y unas temibles agujas puestas en una bandeja, listas para ser introducidas.